Hebreos 9:1-9 El Antiguo Testamento esta lleno de enseñanzas
espirituales en forma simbólica y representativa. Una de esas que esta repleta
de lecciones es el Tabernáculo. Allí vemos como cada cosa tiene su significado.
Además, vemos cómo el plan de salvación esta allí también
representado.
El Tabernáculo tenía tres partes, el patio exterior, el lugar Santo, y el
lugar Santísimo. Entre el lugar Santo y el lugar Santísimo había un velo o
cortina que los separaba. Cuando murió Jesucristo, ese velo se partió en dos de
arriba a abajo, quedando así abolida la distinción entre el lugar Santo y el
lugar Santísimo. Ahora es un solo lugar.
En el patio exterior habían dos muebles importantes: el altar de
sacrificio, donde sacrificaban los corderos; y luego, el lavacro, donde tenían
que lavarse los sacerdotes antes de poder entrar al Tabernáculo
propiamente.
Ahora, esos muebles tienen su equivalencia en los pasos que hoy tienen
que tomar las personas para poder allegarse a Dios.
1) Primero tiene que llegar al altar, o sea arrepentirse. Allí tiene que
haber muerte, muerte al yo.
2) Luego, para poder seguir hacia donde esta la presencia de Dios,
necesita lavarse en el lavacro. Esto es simbólico del bautismo, donde son
lavados los pecados. Nadie podía entrar al Tabernáculo (bajo pena de muerte)
sin antes lavarse en el lavacro.
3) Al entrar en el Tabernáculo, el primer mueble con que se encontraban,
era el candelabro de oro. Esto representa el Espíritu Santo, o en los pasos del
creyente, el bautismo del Espíritu Santo. Otro paso esencial para el que quiere
acercarse a Dios.
4) De allí viene el comer del alimento espiritual, simbolizado por la
mesa de los panes de la proposición. Debemos llenarnos de la Palabra de Dios.
Es
esa Palabra la que nos alimenta.
5) Luego uno continúa al altar de incienso para ofrecer adoración y
alabanzas al Señor. Una parte importante de nuestro acercamiento a Dios es
aprender a alabar y adorarle a El.
6) El Altar de Incienso está ante la misma presencia de Dios, ya no
existe el Velo, ya no hay una separación.
Este es un estudio muy hermoso y que se puede ampliar todavía mucho más.
Pero, quiero que note que esos primeros tres muebles, pasos o estaciones, eran
los más importantes. Incluso, hasta que el individuo no estaba delante del
Candelero de Oro (representando la recibida del Espíritu Santo), no estaba bajo
cubierta. Hasta ese momento todavía estaba expuesto a los elementos de afuera.
Dios está dando a entender que: "El que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el Reino de Dios" Juan 3:5
Viendo así el plan de salvación tan claramente presentado en el
Tabernáculo, vemos por qué el Espíritu Santo inspiró a Pedro, para que lo dijera
en el Día de Pentecostés Hechos 2:38. ¡No podía más que
armonizar con el resto de la Biblia!
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