"Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y
allí te los probaré" Jueces 7:4
Es bonito ver como Dios ya tenía en mente desde mucho antes el plan de
salvación del Nuevo Testamento. Una historia cargada
y cercada de verdades espirituales es la de Gedeón, y cómo Dios escogió el
ejército que él usó.
El pueblo de Israel había estado bajo la opresión medianita
durante muchos años. Pero cuando empezaron a reconocer su mal y clamar a
Dios, él decidió usar un hombre llamado Gedeón. Cuando Gedeón se dispuso
pregonar y organizar un ejército, se reunieron muchos en esa primera
convocatoria 32,000.
Gedeón había enviado mensajeros (predicadores) invitando
a que se reunieran con el.
En ese primer llamado vinieron muchos, pero luego, al ver las demandas
hechas sobre ellos y el precio que iba representar, 22.000 abandonaron. La
Biblia dice que "Muchos son llamados, mas pocos los escogidos." Aun a
Jesucristo lo abandonaron muchos al oír sus enseñanzas estrictas. (Juan
6:66)
Dios le dijo a Gedeón que todavía eran demasiados. El número tenía que
ser reducido porque habían muchos que no debían estar. "Llévalos a las aguas, y
allí los probaré". Ahora, Dios lo podía haber hecho de alguna otra manera, pero
decidió hacerlo así dejando una lección objetiva para nosotros
hoy.
Los que solo querían beber a gusto, poniendo a un lado sus armas,
bebiendo como lame el agua un perro, se quedaron. Pero los que bebían de modo
que estaban prestos a seguir, fueron el grupo escogido ¡sólo 300! Estos eran
los escogidos. Con ellos Gedeón derrotó al enemigo y triunfó para
Dios.
Hoy en día, Dios esta escogiendo su ejército espiritual. Hay muchos que
se unen rápidamente a sus filas pero Dios no quiere a cualquiera, sino aquellos
que están dispuestos a obedecerle en todo.
Hoy también Dios pone a prueba los que serán sus escogidos ¡y los prueba
en las aguas - las aguas del bautismo! Note las palabras de Jesús en la Gran
Comisión: "...el que creyere y fuere bautizado será salvo, mas el que no
creyere, será condenado" Marcos 16:16. Note la secuencia de sus palabras. No
dijo que el que creyere, será salvo y que luego se bautice; sino que la promesa
de salvación viene después de creer y ser bautizado. También en Juan 3:5 dijo
que: "...el que no naciere del agua y del Espíritu no entrará en el Reino de
Dios." ¡Esas son palabras de Jesús, no mías!
Ahora, note que todos los que estaban con Gedeón fueron a las aguas, pero
hubo una diferencia entre unos y otros. Hoy la diferencia está en el nombre:
"En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a
los hombres en que podamos ser salvos" Hechos 4:12; "Y todo lo que hacéis, sea
de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias
a Dios Padre por medio de él" Colosenses. 3:17.
¿Por que hay tantos que rápido se anotan pero cuando se les habla del
bautismo hasta se enojan? No es cosa difícil, en sí, el bautismo. Pero, ¡allí
esta la prueba!
¿Has sido bautizado en el nombre de Jesús? ¿Eres parte de los escogidos,
de los escogidos por el Nombre? Note un detalle que menciona la Biblia de los
que estarán en el cielo "...y verán su rostro, y su nombre estará en sus
frentes" Apocalipsis 22:4.
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